viernes, 21 de mayo de 2010

obsequio tarde

... y de repente te saliste de la ronda
dejaste de estar marcada por ese círculo
y volvimos a encontrarnos...
me trajiste todos los poemas que leí de chico
el temor a la velocidad del tiempo
los signos raros: un cuaderno un tatuaje chino
te robaste todas mis palabras
y todo sonaba tan bien en nuestras bocas;
sonábamos tan fuerte, mirábamos tan fuerte
-y el espacio recortando porciones del espacio
las mejillas la sonrisa algún beso furtivo-
y la intensidad del brillo en nuestros cuerpos.
nadie maneja nada si el amor es entropía
mis partes y las tuyas buscándose torpemente
mi boca llena de besos y palabras para darte
tu boca un jardín de frutos tus manos una hoguera...
lo demás es un circo blando, una puesta de sol
lo que sobra del resto de nosotros
si ni siquiera puede darme esa palabra ahora
para llamarte acá conmigo.